domingo, 22 de abril de 2012

Pide y se os dará

S. Mateo 7:7-11

Pide y se os dará,

Busca y encontrarás,

Toca y se os abrirá,

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué nos va de tal o de cuál manera? ¿Por qué siempre tenemos mala suerte? ¿Por qué nunca encontramos un lugar para estacionarnos? ¿Por qué nos enfermamos tanto? ¿Por qué no logramos nuestras metas? ¿por qué no nos rinde el dinero? Sin darnos cuenta de que somos el resultado de nuestros propios deseos no deseados y de nuestras palabras expresadas irresponsablemente.


Es decir, ya sea que lo analices desde un punto de vista metafísico, o desde un punto de vista científico – le llaman programación neuro lingüística los escépticos- inevitablemente, somos lo que nuestras palabras y pensamientos son; si pensamos positivo, tendremos cosas positivas; pero, si pensamos de un modo negativo, así será nuestra vida.

 

Dije inevitablemente, o sea, creamos o no, hay cosas en la vida que simplemente suceden. ¿Has oído hablar de la tercera ley de Newton? A cada acción corresponde una reacción igual pero en sentido opuesto. Creamos o no, esa ley actúa. Bueno, lo mismo sucede con nuestros deseos inconscientes. Simplemente suceden.

Tuve un compañero de trabajo que indistintamente siempre que decía: "siento que me voy a enfermar", terminaba por enfermarse, ¿no es acaso lo que estaba solicitando? -Pide y os dará.

Conozco a algunas personas que cuando comen, tienen la costumbre de espulgar la comida por si hubiera un pelo y no hay falla: ¡Siempre lo encuentran! -busca y encontrarás.


Por otro lado, una persona cercana siempre preguntaba: ¿no tendré cáncer? y se realizaba uno y mil análisis. Tanto insistió que termino encontrándose con él, -toca y se os abrirá.

Pero no todo tiene un tinte pesimista, también existe gente a la que simplemente siempre le va bien y cuando nos acercamos a revisar su vida, sus comentarios, sus sentimientos, sus pensamientos y sus palabras, nos encontramos con personas optimistas, activas y sobre todo, pulcras en su manera de hablar.

Y es que de eso se trata la lección de hoy, de buscar y analizar cada una de nuestras palabras y pensamientos, finalmente por ellas (y por nuestros pensamientos) comienza todo: por tus palabras serás condenado y por tus palabras serás justificado.

Realicemos el siguiente ejercicio: cada vez que se te venga un pensamiento negativo a la cabeza que diga: "siempre tengo mala suerte" o, "siempre me va mal", sustitúyelo inmediatamente por uno positivo, por ejemplo: "La Luz de Dios ilumina todos mis asuntos y ahora, aparece el Plan Divino" y verás poco a poco cómo las cosas cambian para bien.

Que las Palabras de Dios sean tus palabras,

El Escribidor

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